Columna 51 : Sin pena ni gloria
Sin pena ni gloria, llena de estrenos predecibles llega esta semana, a nuestras carteleras Thirteen (2003) una historia desgarradora, protagonizada por adolescentes con problemas, mostrando el lado cruel de la adolescencia en América. La premier tuvo lugar en el 41 Festival de Cine de Gijón, con visita de su directora Catherine Hardwicke; una de las protagonistas, Nikki Reed, co-escribió con la directora el guión de la película para darle más realismo y actualidad. Holly Hunter es la madre que sufre los drásticos cambios de su hija Evan Rachel Wood (Tracy) de niña a adolescente. Actual, interesante y con una dirección magistral, muestra todos los problemas de esa etapa de cambio. Por otro lado, llega La Casa (2003), de Mike Higgins con Dennis Quaid, Sharon Stone, Stephen Dorff y Juliette Lewis, la historia, lo habitual, una familia decide trasladarse de la ciudad al campo, encuentra una vieja casa y ésta resulta ser algo más de lo que ellos esperaban. El antiguo dueño que estaba en la cárcel, sale y vuelve a reclamar lo que era suyo, haciéndole imposible la vida a los nuevos inquilinos. No es que sea algo predecible sobre manera y mil veces tratado en la gran pantalla. No llena, no llega a ser algo nuevo, es un refrito de lo ya visto. Sorpresa ha sido La Sonrisa de Mona Lisa (2003) con un gran reparto femenino; Julia Roberts (Katherine Watson), Kirsten Dunst (Betty Warren), Julia Stiles (Joan Brandwyn) y Maggie Gyllenhaal (Giselle Levy). Katherine Watson (Julia Roberts) viaja desde California al campus de la Universidad de Wellesley en Nueva Inglaterra, en otoño de 1953, para enseñar Historia del Arte. Nada es lo que se espera, el conformismo llena el campus, lo más importante para las chicas es casarse, es lo que necesitan. Una bellísima historia, ambientada en la época de los 50 y rodada en ambientes reales, nada de estudios. Y cómo no, Jean-Claude Van Damme vuelve, es igual que Leslie Nielsen, nunca se agotan sus películas, y siempre queda algo por estrenar. Cada vez, creo, que no podrá ser peor que la anterior y va y nos sorprende. Sólo para amantes del género, Sin Control (Derailed, 2002) nos vuelve a mostrar un Van Damme como agente de la ley, que está de vacaciones y se encarga de una misión, que irremediablemente se complica. Ya sabéis que sigue, 89 largos minutos de artes marciales. En esta ocasión, La Sonrisa de Mona Lisa se lleva la palma, para los amantes de las emociones fuertes Thirteen, que no es para gente menuda, no se equivoquen. Y mientras llega Paycheck, el último trabajo de Ben Affleck, pueden ir a ver lo nuevo de Van Damme.
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