Columna 103: Un Scorsese de altos vuelos
Tres estrenos, con historias de amor como trasfondo, El Aviador (2004) de Martin Scorsese y con guion e idea original de Leonardo DiCaprio, retrata la historia del pionero de la aviación Howard Hughes (Leonardo DiCaprio), el excéntrico industrial billonario y magnate cinematográfico de Hollywood, famoso por sus romances con algunas de las mujeres más bellas del mundo. La película recrea su vida entre los años 20 y los años 40, una época en la que Hughes se dedicaba a dirigir y producir películas en Hollywood y a probar aviones que él diseñó y creó. Una superproducción con todo lujo de detalles, resaltando el mito, quien mejor que DiCaprio. Por otro lado Sólo un beso (2004) el último trabajo de Ken Loach, Casim (Atta Yaqub) es un joven escocés de origen musulmán. Es un buen disc-jockey y apasionado de la música. Sueña con abrir un club propio con su mejor amigo, Hamid, un sueño que se toma muy en serio. Ha estudiado contabilidad, pero no quiere ejercer. Sus padres, Tariq (Riaz Ahmed) y Sadia (Shamshad Akhatar), emigraron al Reino Unido en los años sesenta, procedentes de Pakistán. En Glasgow, donde la familia se ha instalado, tienen una tienda de comestibles y prensa. Tariq y Sadia, musulmanes devotos, han decidido que Casim se case con su prima Jasmine, la sobrina preferida de Sadia. Casim tiene dos hermanas: Rucksana, la mayor, conoce a un joven del agrado de sus padres, con el que llegará a comprometerse. La pequeña, Tahara, de dieciocho años, es la más directa de la familia; típica escocesa rebelde, está terminando sus es-tudios secundarios en un instituto católico cercano. Una de sus profesoras es Roisin (Eva Birthistle), una joven que da clases de música. Cuando Casim y Roisin se conocen, sienten una fuerte atracción y empiezan una relación en secreto. Para ellos, que él sea musulmán y ella católica no supone ningún problema, pero pronto se ve claramente que las diferencias religiosas y culturales sí lo son para otras personas, especialmente para la familia de Casim. Y finalmente Las novias de mi novio (Mi little black book, 2004) del director de Funerarias S.A. Nick Hurran, donde Stacy Holt, es una productora asociada de la presentadora de un programa diario de entrevistas, Kippie Kann, que se encuentra frustrada porque su novio Derek se niega a hablar de sus relaciones pasadas. Animada por su colega Barb, se decide a saber de sus ex novias. Utilizando el programa como reclamo y a Barb como guía, Stacy las entrevista y se hace amiga de ellas, para acabar descubriendo que el pasado, en pocos ejemplos, está bastante presente. En la era de la electrónica aparece un cuento sobre la inmoralidad de la vida moderna. Una comedia americana en toda regla, entretenida lo justo, lo recomendable es ir a ver El Aviador, con DiCaprio, nos guste o no. Si teneis la oportunidad, Sólo un beso puede ser lo más entretenido.
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