Colunma XX : Bourne contra la comedia.
Espías con amnesia, persecuciones, suspense y comedia esperan nuestra visita. Para los que quieran hacer un descanso entre los mojitos y tanto chiringuito de San Mateo tenemos la segunda parte de El caso Bourne (2002), Matt Damon vuelve con El Mito de Bourne (The Bourne Supremacy, 2004), dirigida en está ocasión por Paul Greengrass (Un Domingo Sangriento, 2003), no acostumbrado a superproducciones. Una cinta que rebosa acción y con muchas conexiones a su predecesora, con muchos flashbacks, pero que dejará más que satisfechos a los que disfrutan del cine de espías, más movida que la primera parte, oscura pero descubriendo con mayor detalle las tramas entre las distintas agencias, la CIA y el FBI, recuerda en muchos detalles a Juegos de espías (Spygame, 2001). La nueva imagen de Franka Potente (Lola corre Lola, 1999 y Anatomia 1 y 2) vuelve así a colocarse en el mercado. Mientras llega Escuela de seducción (2004) el último trabajo de la tan nuestra, Victoria Abril, donde Oscar (Javier Veiga) es un joven y brillante vendedor en secciones femeninas de unos grandes almacenes, es despedido y busca un nuevo trabajo. El azar le demuestra que ese talento suyo de conocimiento femenino puede hacerle salir de la miseria. Tras hablar con un amigo suyo que tiene una sala alternativa, montará una escuela donde enseñará el arte de la seducción a ambos sexos. Sandra Vega (Victoria Abril), una psicóloga feminista, la responsable de que Óscar perdiera a una antigua novia. Así demostrará que es capaz de conquistar a la mujer más feminista del país, sin que ella misma se de cuenta. Todo parece abocado al triunfo de Óscar y a la total humillación de Sandra, pero los alumnos de la academia, descontentos con Óscar, aprovecharán la más famosa entrega de premios radiofónicos del país para vengarse. Comedia a todo gas, demostrando una vez más, que es lo que triunfa dentro de nuestras fronteras. En otro orden de cosas, después del aluvión de premios para Mar Adentro de Amenábar, en La Mostra de Venecia, queda claro su más que éxito garantizado fuera de nuestras fronteras. Y hablando ya de los Oscars, los tres títulos que compiten son La mala educación (2004), Mar Adentro (2004) y cómo no, Tíovivo 1950 (2004) de José Luis Garci, se huele el tongo en el ambiente. ¿Cómo es posible que salga elegido él con una película que ni se ha estrenado aún? Bien podían haber estado ahí, Inconscientes (2004) de Joaquín Oristrell o Hector (2004) de Gracia Querejeta, aún así, uno de octubre sabremos quién es la que competirá. Y para rematar los estrenos, llegan finalmente No te muevas (Non ti mouvere, 2004), el último trabajo de Penélope Cruz, un drama, contado en pasado, en un dialogo imaginario con una hija que está en coma, oponiendo la palabra al silencio del coma. Para cerrar, llega El Tren de Zhou Yu (2002) de Sun Zhou, con Gong Li (La joya de Shangai, 1996) y Tony Leung (Doble Visión, 2002).
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